Es muy importante acompañar a los clientes para que puedan conseguir sus objetivos, es un trabajo conjunto entre él, el staff y el gimnasio, para esto es fundamental conocer lo que éste necesita y espera de nosotros. Sobre la base de ello, se podrá establecer un acuerdo y armar un plan de acción.
El proceso involucra tres aspectos: 1. La relación entre cliente, staff y empresa.
2. Los diferentes aspectos de una planificación de objetivos efectiva.
3. Cómo transmitir aquello que guiará al miembro en ese camino.
Acompañar al cliente es recibir a la persona que visita el gimnasio, sabiendo que de alguna manera se le puede ayudar, brindarle aquello que necesita y que le impulsó a acercarse. Es necesario tomarse el tiempo para conocerlo, saber qué necesita y qué espera de nosotros, para lo cuál, es indispensable escuchar e identificar sus características personales. Además, se debe conversar sobre lo que quiere y espera, y sobre qué está dispuesto a hacer para obtenerlo. Esto permitirá tener claros los objetivos, determinar cómo alcanzarlos, cuáles van a ser las acciones a realizar y trazar el camino para llegar a ellos.
Pero ¿cómo ayudar a nuestros clientes a planificar sus objetivos?
1- Los objetivos deberán:
Ajustarse al nivel del cliente, quien debe participar en la decisión de los objetivos planteados para facilitar el compromiso.
Ser específicos y concretos, pues son más efectivos que los generales.
Deben estar orientados a la ejecución o aprendizaje y no a los resultados. El resultado será la consecuencia del camino recorrido en el aprendizaje y la dedicación.
Ser formulados de manera específica, en términos de conducta cuantitativa.
Incluir objetivos intermedios o a mediano plazo, los cuales actuarán como puentes para los objetivos a largo plazo.
2- La retroalimentación es necesaria en la medida en que se alcanzan los objetivos intermedios o se progresa en el aprendizaje y la dedicación.
3- El plan de acción para alcanzarlos debe ser dinámico y los resultados valorarse periódicamente para dar lugar a posibles ajustes e incentivos.
4- Al realizar la evaluación es preciso tomar en consideración el esfuerzo y la ejecución, no sólo el resultado.

Alcanzar los objetivos es desde el comienzo un trabajo en equipo, responde estas preguntas y asegúrate de que en tu empresa ya se esté llevando a cabo:
¿Conoces las expectativas de cada cliente en particular?
¿Te tomas un momento para conversar y al menos tener una noción al respecto?
¿Conoces el nombre del cliente? Si te lo cruzas en otro contexto, ¿lo reconocerías?
¿Transmites en palabras, actitudes o intención, el valor de la presencia del socio en ese momento o actividad?
¿Animas el intercambio de ideas sobre los ejercicios a realizar?
¿Brindas un feedback a los clientes sobre lo que hacen?
¿Fomentas el intercambio social entre los clientes?
Recuerda que compartir tiempo y prestar atención, son acciones que las personas perciben como interés genuino.
Si toda tu empresa funciona alineada, en sincronía y de manera coherente en el trabajo con el cliente, los esfuerzos se verán potenciados y se reflejarán positivamente.
¡Logrando que tus clientes realicen todas sus metas, obtendrás grandes resultados!
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